3 de diciembre de 2014

Julián Domínguez continúa al frente de la Cámara de Diputados

El bonaerense kirchnerista fue ratificado en la presidencia del cuerpo legislativo, con el respaldo del grueso del arco opositor que no obstante protestó por la “degradación del funcionamiento” de la Cámara.

El kirchnerista Julián Domínguez retuvo por cuarto año consecutivo la presidencia de la Cámara de Diputados, con el apoyo del grueso del arco político.
Postulado por la presidenta Cristina Kirchner, el legislador oriundo de la localidad bonaerense de Chacabuco obtuvo el respaldo del Frente para la Victoria, de sus aliados y de la mayoría de los bloques opositores, que lo hicieron a regañadientes. La excepción fue el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), que se abstuvo con críticas a los proyectos que se trataron durante el año.

La decisión se adoptó en el marco de la sesión preparatoria prevista por el reglamento de la Cámara baja para los primeros días de diciembre. Allí también se ratificó la continuidad de Norma Abdala de Matarazzo, Patricia Giménez y Graciela Camaño en las vicepresidencias primera, segunda y tercera, respectivamente.
A diferencia de los tres años previos, la oposición apartó los elogios a Domínguez por la puesta en valor de los edificios del Parlamento y planteó fuertes cuestionamientos por el “poco respeto a las instituciones”, como el reglamento de la Cámara, durante el último período legislativo.
Así lo manifestaron la UCR, el Frente Renovador, Unión Pro, el Frente Amplio Progresista (FAP), los adolfistas de Compromiso Federal, los delasotitas de Unión por Córdoba, Unidad Popular de Claudio Lozano, el bloque moyanista. Aun así prefirieron no “vetar” al candidato de la mayoría oficialista para respetar la tradición parlamentaria. En consecuencia, pidieron al oficialismo que “recapacite” sobre su desempeño legislativo.
“Nos sentimos muy lastimados por el funcionamiento y el respeto de las normas que rigen la vida de esta Cámara por parte del Frente para la Victoria. Se ha degradado el funcionamiento parlamentario”, protestó el jefe de los diputados radicales, Mario Negri.
El cordobés, de gran trayectoria legislativa, reconoció que nunca había denunciado penalmente a una autoridad del Congreso hasta que el tratamiento del Código Civil y Comercial lo llevó a presentar una acción judicial contra Domínguez.
Sin embargo, Negri sostuvo que “el FpV tiene el derecho, por el lugar que ocupa hoy en la Cámara y en el país, a nominar al presidente y al vicepresidente (primero)”. “Podríamos haber vetado. No queremos pagar con la misma moneda”, dijo, al recordar que el kirchnerismo bloqueó la candidatura de Julio Cobos como presidente de la Comisión de Educación.
El resto del arco opositor se expresó en los mismos términos. El jefe del Partido Socialista (FAP), el santafesino Juan Carlos Zabalza, reconoció que la gestión de Domínguez mejoró la administración de la Cámara baja pero advirtió que en el último año hubo una “desmejora institucional”, por ejemplo, por los tiempos programados para debatir proyectos.
Compartió la observación Claudio Lozano, quien no obstante aseguró que “nunca se ha hecho un culto al reglamento”, ni siquiera la oposición. El jefe del interbloque Unión Pro, Federico Pinedo, sostuvo que “es importante para la gobernabilidad de la Argentina” que la presidencia de la Cámara sea de la mayoría oficialista.

Elogios para un precandidato presidencial

Vestido de precandidato a presidente de la Nación, Domínguez reasumió en su cargo con un fuerte aplauso de la tropa kirchnerista y de una multitud de militantes que colmaron los palcos de la sala de sesiones.
“Quiero agradecerle a Néstor Kirchner porque nos restituyó los sueños y porque, particularmente, yo estoy acá por él. Quiero agradecerle a la presidenta por la confianza renovada, a mi bloque y a la oposición”, fueron las palabras del presidente de la Cámara de Diputados.
Acto seguido resaltó el acompañamiento del personal legislativo, de su familia, y convocó a los diputados a una “cultura del encuentro; no importan las diferencias”.
Antes había sido defendido por Juliana Di Tullio, presidenta del Frente para la Victoria. “He hecho de esta Cámara una Cámara plural. Es un hombre de diálogo, que ha estado siempre para dialogar con todas las bancadas (…) Ha sido ecuánime y eso se demuestra en el resultado parlamentario de esta cámara”, aseguró.
Diputada desde 2005, Di Tullio subrayó que el trabajo de Domínguez en la “remodelación” de los edificios del Congreso “ha sido una de las decisiones más valoradas por todos los diputados y diputadas de la Nación”, cuando “hemos trabajado muchos años en condiciones infrahumanas, que se revirtieron por decisión política y capacidad técnica”.
Por otra parte, la diputada manifestó su repudio a “las actitudes de judicialización por parte de algunos miembros de la oposición”.
El líder del Grupo San Martín también recibió elogios de los bloques aliados. “Es el intelectual más importante que tiene este país, uno de los políticos prominentes (…) encarna valores, defiende sueños”, lo definió Gustavo Fernández Mendía (PJ La Pampa), en un discurso sorpresivo en el que también criticó el “no veto” de la oposición.

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