19 de diciembre de 2018

Barras 1 vs Congreso 0

     
La aprobación del proyecto de ley contra las barrabravas quedó trunca En la Cámara de Diputados con 201 votos afirmativos y 3 abstenciones. Pero la discusión del articulado se empantanó cerca de las 22 y se aprobó una moción para la vuelta del debate a comisiones. 

Había pasado más de una hora desde la aprobación en general y varios diputados de la oposición manifestaban quejas por la desprolijidad del debate en particular, tratándose de penas. El detonante de la vuelta a comisión fue la falta de acuerdo respecto del artículo 10, que sanciona a aquellos que tengan en su poder entradas adulteradas.

Si bien la votación no se completó, ya era un hecho que el proyecto no sería ley este año. El Senado resolvió no incluir el tema en la sesión prevista para este miércoles, postergando la discusión para 2019 a contramano de los deseos del Gobierno, que convocó a sesiones extraordinarias con este tema como principal.

El proyecto que cuenta con dictamen favorable transforma en delitos conductas que hoy son consideradas contravenciones, “cuando se cometan con motivo, en ocasión o vinculados a la realización de un espectáculo futbolístico, sus prácticas, entrenamientos o traslados”.

Así, se sanciona con distinto grado de dureza a aquellos que porten armas en espectáculos deportivos; que ocasionen avalanchas; que ejecuten agresiones o intimidaciones; que obstruyan el tránsito; y que revendan entradas -entre otras conductas-, con agravantes cuando intervengan barrabravas o dirigentes. También hay sanciones para los “trapitos”.

A propuesta del presidente de la Comisión de Deportes, Daniel Scioli (Frente para la Victoria-PJ), Cambiemos había aceptado incorporar un artículo sobre la creación de una base de datos unificada sobre antecedentes deportivos.

Por su parte, Scioli subrayó que “una sociedad justa no se construye solo con más penas” y que “el Estado debe ser el principal garante, promoviendo políticas públicas y teniendo un protagonismo fundamental en la prevención de la violencia en el fútbol”.

Agustín Rossi, titular del Frente para la Victoria-PJ, recordó que el presidente Mauricio Macri fue 12 años presidente de un club, y se preguntó si no había conocido a los barrabravas, nunca había tenido relación con ellos y no sabía quiénes eran. Lo mismo dijo para el fiscal Carlos Stornelli, que había sido cuatro años secretario de Seguridad de Boca, o para el viceministro de Seguridad Eugenio Burzaco, que ocupó el mismo cargo en el club River Plate.

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