18 de mayo de 2017

ENFERMEDADA ENGAÑOSA PARA DETECTAR

La fibromialgia fue reconocida en 1992 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y organizaciones médicas internacionales como una patología de reumatismo no articular, que se caracteriza por un cuadro de dolor músculo-esquelético crónico y generalizado de origen desconocido, sin que existan otras patologías o alteraciones que lo expliquen.

La prevalencia de esta enfermedad, que constituye un problema frecuente en la práctica clínica, oscila entre el 0,7 y el 2% de la población y afecta mayormente a las mujeres. Como es la causa más frecuente de dolor osteomuscular generalizado y crónico, genera un círculo vicioso negativo que paulatinamente afecta todas las áreas de desempeño de la persona, incluyendo lo laboral, lo social y familiar.




Los síntomas principales, que no están presentes todos en todos los pacientes, son:

• El dolor localizado, por ejemplo en la zona lumbar, cervical, hombros, rodillas, muslos y brazos, y suele empeorar con el frío, infecciones, estrés y falta de sueño.

• Agotamiento o fatiga crónica que oscila durante el día con una intensidad moderada a severa.

• Trastornos del sueño: dificultades para conciliarlo o interrupciones frecuentes durante la noche.
• Síndrome del colon irritable, síndrome de vejiga irritable, rigidez del cuerpo (generalmente matutina), cefaleas, malestar abdominal, parestesias, entumecimiento y mareos.

• Aunque no es una enfermedad mental, el 30% sufre cuadros como ansiedad o depresión, y trastornos cognitivos como dificultad para concentrarse o retener información.

El diagnóstico de enfermedad es eminentemente clínico ya que los resultados de radiografías, análisis de sangre y biopsias musculares se presentan normales. Es durante el examen físico general, donde la movilidad articular como el equilibrio muscular y la exploración neurológica se analizan y, si no se aprecian signos inflamatorios articulares, se está frente a este cuadro, explicaron desde el Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco).

Si bien existe una predisposición genética, la enfermedad puede “despertarse” tras un pico de estrés o una situación traumática, lo que sucede también con otras enfermedades como la hipertensión, la diabetes y el colesterol.


No existe en la actualidad un tratamiento curativo por tratarse de una enfermedad crónica y progresiva, pero dentro de las opciones de tratamiento se recomiendan:

• Programas de ejercicios aeróbicos

• Ejercicios de fortalecimiento muscular y de estiramiento o flexibilidad

• Técnicas de relajación para aliviar la tensión muscular y la ansiedad

• Programas educativos que ayuden a comprender y controlar la fibromialgia
Además, se ha comprobado que la terapia cognitivo-conductual, mindfulness, kinesiología, la terapia ocupacional, la musicoterapia, la terapia recreacional y la danza terapia son muy efectivas.

Con respecto al tratamiento farmacológico, hay algunas drogas aprobadas que han demostrado eficacia en el manejo de los siguientes síntomas: reducción del dolor y la ansiedad, mejoría del sueño y en la calidad de vida. NR


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