El Gobierno de la Ciudad impulsa una reforma de raíz de la escuela
secundaria a partir de 2018. Los cambios son : no habrá materias
independientes, si no que estarán integradas dentro "áreas de
conocimiento"; se reemplazará las notas numéricas de 1 al 10 por una
sistema de créditos; no habrá más repitencia completa del año (se
recuperarán contenidos), y algo que ya es cuestionado por el sector docente:
trabajar en el último año de clases.
La reforma se trata de una serie de cambios que impulsa el Ministerio de
Educación nacional y el Consejo Federal, el organismo que reúne a las carteras
educativas de todas las provincias, con el objetivo de desalentar la deserción
y ajustar las escuelas a los requerimientos del mercado laboral.
El nuevo esquema educativo en análisis, denominado como "Secundario
del Futuro", incluye dos años de ciclo básico, dos
años de ciclo orientado y un quinto año que será "integrador y
formativo más allá de la escuela".
Em este sentido, el último año de escolaridad estará orientado al
aprendizaje dentro de las empresas y al desarrollo de habilidades vinculadas al
emprendedorismo. Según la visión oficial, se trata de un esquema que permite
articular la educación con el mundo del trabajo, pero desde los gremios
rechazan la idea ya que apuntaría a incluir en las compañías "mano de
obra" flexible y barata. Es más, una de las consignas del paro docente que
realizaron algunos sindicatos el viernes pasado fue el rechazo a esta reforma
en carpeta, a la que califican de "neoliberal" y al "servicio de
las empresas".
Andrea Bruzos, subsecretaria de Coordinación Pedagógica del ministerio de Educación
porteño, aseguró que los contenidos a dictarse serán los mismos a los de
la vigente "Nueva Escuela Secundaria" (NES), que se está
aplicando hace cuatro años, y que la reforma tiene que ver con un cambio en el
"paradigma cultural" de enseñar.
Un ejemplo del giro pedagógico es que las materias estarán más
integradas unas con otras. Se agruparán en cuatro áreas de conocimiento:
ciencias sociales y humanidades, científico tecnológico, comunicación y
expresión, y orientacione.
También habrá otro método de aprendizaje, con el eje puesto a que los
estudiantes logren una mayor autonomía y puedan trabajar de manera colaborativa.
Se prevé que en el 30% de la clase el docente introduzca los contenidos,
mientras que el 70% restante se dedique al desarrollo de las capacidades
autogestivas.
Con respecto a la inserción laboral en el último año, el sistema
de pasantías o de "prácticas profesionalizantes"
no estaría únicamente dirigido a empresas. Deberá estar planificado, junto con
el Ministerio de Educación, desde una perspectiva pedagógica. Este esquema
similar ya se aplica en escuelas técnicas y colegios privados.
Existirá también la opción para los estudiantes de quinto año de que
arranquen en ese tramo con las materias comunes del CBC de la UBA, u otras de
institutos terciarios.
El régimen escolar proyectado empezará a correr para los alumnos
que arranquen en primer año en 2018; para el resto, continuará el esquema
vigente. Se aplicará primero en 17 escuelas públicas, para completar las
143 del distrito en 2021.
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