“Hablar de inclusión es también atender a las particularidades de cada tipo de discapacidad. Decir que una persona es sorda y es ciega no es lo mismo que decir que es una persona sordociega. La visión y la audición son los dos sentidos de la distancia más importantes. En general, la pérdida de alguno de estos sentidos se puede compensar, en cierta medida, utilizando el otro sentido lo más eficazmente posible. Pero esto es imposible para las personas que sufren la pérdida de ambos sentidos”, explicó Kunath.Sostuvo que “la sordoceguera como la multidiscapacidad no es la sumatoria de distintas discapacidades sino que juntas la hacen una discapacidad específica con condiciones particulares”.
“Los servicios destinados a satisfacer las necesidades de las personas que padecen la pérdida de un sólo sentido rara vez serán apropiados para personas con multidiscapacidad, salvo que el servicio sea específicamente modificado para satisfacer las necesidades particulares de esta persona”, detalló, y agregó: “Por esto es necesaria esta ley: para atender específicamente a esos hombres y mujeres que tienen necesidades específicas y que su consideración representaría una mejora significativa en su calidad de vida”.
En este sentido, el proyecto propone que “el Poder Ejecutivo Nacional establecerá la autoridad de aplicación y garantizará la creación de actividades de investigación y enseñanza, con el objeto de formar profesionales especializados en el abordaje acorde a las necesidades de esta población”.
Kunath destacó el acompañamiento para avanzar con esta ley de Apemu (Asociación para Personas con Multidiscapacidad), profesionales y familiares, haciendo especial mención a Melanie, un caso emblemático en esta lucha.
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